martes, 21 de agosto de 2012

Capítulo 3: Misterio resuelto

Dani levanta la vista del suelo y la ve. Se acaba de chocar con ella, con la chica que ha ocupado su mente desde que la vio en el aeropuerto, y aunque eso solo le produce ganas de sonreír, se contiene  y la mira serio.
- ¿Qué pasa, rubia? ¿Me persigues o qué?
- ¡Que me llamo Anna! Y no tengo nada mejor que hacer que perseguirte, ¿Tú crees? Genial... ¿Y no será al revés? - Pffff ¿También será esta su residencia? se pregunta Anna. Espera que no. Y si de verdad espera eso... ¿Por qué se alegra tanto de que esté aquí? ¿De tenerle delante? Lo peor de todo es que solo tiene ganas de que la envuelva entre esos brazos tan reconfortantes a simple vista.
- ¿Yo perseguirte a ti? Tuve bastante con lo del aeropuerto... Dime, ¿Qué haces en mi residencia? - Pregunta él, que recalca el "mi" con ganas de que ella le replique diciéndole que también es su residencia.
- ¡Já! ¡También es mi residencia! ¿Quieres que empecemos igual que con las maletas? Porque te recuerdo que ese punto es mío... - Contesta Anna chuleándose un poco. Esa victoria le supo realmente bien.
- Bueno, bueno, lo de las maletas fue una tontería... Más bien fue la suerte que tuviste de conocerme... - Replica él, que no puede permitirse quedar por debajo de ella, y menos cuando se trata de chulería.
Anna deja que sus ojos den una vuelta completa. - Así que a parte de terco, y cabezota, ¿También eres un creído? Lo tienes todo chico... Gran partido. - Dice ella con ironía. No sabe porqué, pero esos aires de chulo le traen de cabeza. Se tiene que recordar a si misma que está discutiendo con él. - Y de todas formas. -replica de nuevo. - Lo de la maleta fue una tontería para ti porque perdiste, y quieres olvidar cuanto antes esa humillación... - Vamos, ¿Qué contestará a eso?
Dani la escucha atentamente mientras observa sus labios, los mismos que cada vez encuentra más apetecibles... Y entonces recuerda que tiene que contraatacar. - ¿Humillación? Fue un simple despiste. Además, me alegro de que te dieras cuenta de que era tu maleta, no se que habría hecho con una maleta llena de ropa interior con princesitas disney.... - Y termina con una media sonrisa porque sabe que esa ha sido una buena respuesta, a ver que tiene que responder a eso ella.
Mierda, esa increíblemente sexy media sonrisa... Anna siente que se derrite por dentro, está a punto de desmayarse cuando se acuerda de la situación en la que está. ¿Cómo responde a eso? - ¿Ropa interior con... Con princ. princesas dis.? Yo no teng. ¡Uuuh! ¡Tú no tienes que saber nada a cerca de mi ropa interior! ¡Ya quisieras tú poder verla de todos modos! - Genial la respuesta es de cría de 10 años...
Pues si, Dani desea por momentos poder ver su ropa interior, y otras tantas cosas de ella, pero eso de momento solo lo puede saber él. Así que la mira fijamente, desde sus ojos hasta sus labios, y contesta: - Igual eres tu la que quieres mostrarme tu ropa interior... - Si, ha sido una respuesta muy cutre y fácil, pero es que le está resultando complicado concentrarse con semejante bellezón delante.
- ¡Já! Yo. Querer enseñarte mi ropa interior. A ti. ¡Quítate esos pájaros de la cabeza chaval! ¡Ya te voy calando yo a ti, eres de esos chicos que se creen que con una sonrisa melosa y con un par de comentarios ocurrentes tienen a quien quieran comiendo de la palma de su mano! ¡Pero te advierto que una cosa, ya estás cazado, y a mi no me engañas! ¡No voy a caer! - Mierda, nunca digas nunca, ¡Si lo único que quiere Anna es caer! Caer encima de ese pecho que parece llamarle a gritos...
- Pues fíjate que yo creo que ya te tengo ganada... - Responde él sin perder la compostura y observando uno a uno todos los gestos de ella, que por cierto, cada vez le atrae más.
Anna resopla sin poder creérselo. Está haciendo todo esto para provocarla, para que salte. Y lo ha conseguido... Patea el suelo con un pie. La verdad es que el chico consigue sacarla de sus casillas. - ¡Eso es mentira! ¡Ni ganada ni leches! ¡Déjame pasar, que me voy a comer! ¡No quiero estar más aquí! - Replica Anna intentado pasar a su lado.
Dani la mira de arriba a abajo, cada una de las reacciones de Anna le dejan sorprendido y encantado, es diferente a las demás, lo tiene claro, y eso le encanta.
- ¿Me vas a dejar pasar o te vas a quedar mucho más tiempo mirándome así? - Pregunta Anna fingiendo irritación. En el fondo solo quiere que él la mire así siempre... Como si la comiese con la mirada.
- Depende... ¿Quieres realmente que te deje pasar? ¿O prefieres que te mire así durante mucho más rato? - Dani se queda frente a  ella, de nuevo sonriendo, esperando una respuesta.
- ¿Qu.ué? C.claro que quiero que me dejes pasar... - Anna sacude la cabeza. - ¡Quita! - Intenta apartarlo del camino. En cuanto toca su brazo, el calor que desprende le traspasa la piel y le cala bien profundo. Un escalofrío que intenta disimular le recorre el cuerpo. Primer contacto, y quiere más...
Dani fija la mirada en su brazo y en la mano de ella, que está sobre él, y sonríe, aunque rápidamente intenta disimular la mueca de felicidad. Se pone nervioso, y siente que es la primera vez que el primer contacto con una chica le pone así. - Que aproveche, rubia... - Dice apartándose del camino de Anna, eso sí, lentamente, ya que no quiere alejarse todavía de ella.
Anna vuelve a resoplar. Se rinde, no intenta corregirle, sabe que le va a dar igual. Empieza a creer que es imposible, pero sin embargo, no quiere irse de allí... El problema es que esto ya no da para más, y es mejor que salga de allí con la cabeza bien alta, aún tiene posibilidades de no quedar mal. - G.gracias... Supongo. - Y tras mirarle una última vez se aleja a recoger su comida. Se repite una y otra vez que no mire atrás mientras avanza en la cola del buffet libre. Recoge su comida y se va a una mesa apartada, a leer un poco mientras come.
Dani observa como Anna se aleja, mira como sus piernas avanzan en sentido contrario a él y no puede evitar morderse el labio, esta chica le encanta de pies a cabeza. Cuando se da cuenta, sus amigos ya están esperando en una mesa, y han cogido su comida también.

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Dani llega hasta la mesa en la cual están esperándole Javi y Víctor, ambos dispuestos a hacer miles de preguntas, ya que han visto desde lejos como Dani hablaba con Anna. Pero Dani se adelanta a las preguntas y comienza a hablar al segundo de sentarse. - Sí, era la rubia de la maleta, y ésta también es su residencia. Y es un poco flipada.
- Y te gusta. - Añaden Javi y Víctor al unísono.
Dani suelta una carcajada con la que pretende dar por hecho que sus amigos no tienen razón, aun que él empieza a pensar que sí, que la rubia de la maleta le gusta, y mucho. Entonces empieza a buscarla con la mirada por todo el comedor, y ahí la ve, comiendo distraída mientras lee un libro. Encima es inteligente, ¡Joder! ¡Lo tiene todo! Piensa Dani mientras observa como ella se lleva la primera cucharada a la boca, y entonces siente que se derrite por completo.
- Oye Dani... Que te vemos muy distraído mirando a... Ya sabes... a la chica que no te gusta nada. - Dice irónicamente Javi. Él y Víctor se levantan de sus respectivas sillas. - Nosotros nos vamos a la habitación...
Dani niega con la cabeza. - ¡Que no me gusta pesados! ¡Ahora subiré yo! - Responde él ahora con la mirada fija en su plato, todavía lleno.
Cuando sus amigos desaparecen del comedor, él vuelve a mirar a Anna, y el tiempo entre cucharada y cucharada va aumentando para que así aumente también el rato en que sus ojos puedan fijarse en cada uno de los movimientos de ella.

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Por su lado, Anna está tan metida en su libro, que una tras otra las cucharadas de comida se van sucediendo sin que se dé cuenta. Hasta que de pronto la cuchara toca el fondo del plato. Se acabó la comida. Avergonzada e intentando que nadie se dé cuenta, disimula aclarándose la garganta y cerrando el libro para después posar la cuchara en el plato y beber agua. Pero justo en el momento en el que inclina el vaso hacia su boca, sus ojos divisan algo que le provoca un atragantamiento repentino. El chico, sí, el chico de la maleta, el mismo que parecía tontear con ella hace unos minutos, ese chico tiene ahora a su lado a una chica, morena, escote, tipazo, maquillada hasta las cejas, intentando llamar su atención. Pero eso no es lo peor, ¡Lo peor es que la tiene! ¡Tiene su atención! ¡Le sonríe igual que lo hizo con ella hace un momento! 
De pronto ve como ambos miran en su dirección. Asustada porque puedan pillarla espiando, agacha la mirada y disimula abriendo el libro otra vez. Pero no, no se fijan en ella, si no en otras tres chicas que tiene detrás, casi tan o más barbies que la primera. Las tres chicas, a la vez, dejan escapar esa risita tonta de niña mimada, la misma que Anna odia, y saludan al chico a la vez. El muchacho hace un gesto con la cabeza a modo de saludo. Y así, de pronto, se levantan él y su acompañante y se dirigen hacia la puerta, hacia las tres chicas de detrás de Anna
Esto no le agrada nada a ella. Se siente mal... ¿Celos? Qué va... ¡Si no sabe ni su nombre! Bueno... Puede que algo... Pero eso es un secreto. Lo que tiene claro es que no va a quedarse ahí viendo como el chico que le gust. El chico que le atr. Ese chico tontea con esas pijas de pacotilla.
Se levanta airada, recoge su bandeja y su libro, y tras deshacerse de los restos de comida, se dirige a la salida del comedor. Su mirada fija en el suelo. De pronto se choca con alguien. Cruza los dedos para que sea él, pero no... 
- ¿¡Estás tonta!? ¿¡Cual es tu problema?! - Una de esas muñecas de porcelana le devuelve el empujón.
Anna levanta la vista fulminandola con la mirada. Pero pronto deja que sus ojos salten al muchacho, que observa la escena en silencio. Para él también hay otra mirada matadora mientras nota la mirada de las chicas atravesándola.
Anna niega con la cabeza y sale con esta misma bien alta. Sin mirar atrás, y comprendiendo que todo lo relacionado con ese chico acaba de caérsele a los pies... 
Corriendo sube a su habitación. Llega a la primera planta y cuando está a punto de subir hasta la suya, una voz familiar la detiene. ¿Esa no es Mel? ¿Qué hace aquí, en esta planta? Decidida, recorre el pasillo en busca de su amiga hasta que escucha claramente su voz detrás de una de las puertas de la izquierda. Se dispone a llamar a la puerta, desconoce a quien le fue asignada esa habitación. En cuanto lo hace, una voz de chico le dice que pase. Obedece, y el panorama que ve no le convence demasiado: Mel sentada en una cama. Los amigos del muchacho de la maleta a su lado. ¡Todos hablando como si fuesen mejores amigos!


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Dani de pronto se ve rodeado de chicas en el comedor, de las típicas chicas que se suele ligar. Primero una se acercó a él, con toda la intención de tontear y luego ésta misma quiso presentarle a sus amigas. Lo sorprendente es la incomodidad que siente Dani, ya que en otro momento de su vida, con  cuatro chicas delante, Dani no podría sentirse mejor. Pero ahora solo puede pensar en Anna, en la rubia.. En lo diferente que es ella a todas las demás y en cuanto le gusta a él eso. Pero en ese preciso momento, ve como Anna, acompañada de su libro, se levanta de su silla y se marcha del comedor, no sin antes lanzarle una mirada fulminante a Dani y tener un choque con una de las chicas que le acompañan a él.
Dani observa el pique que hay entre Anna y la morena, que lleva ya un buen rato intentando ligar con él, sin obtener ningún exito, porque los ojos de Dani solo son capaces de captar la belleza de Anna que, por cierto, enfadada esta todavía más sexy, piensa él.
Cuando Anna abandona el comedor, Dani siente que hablar con aquellas chicas ya no tiene ningun sentido, ya que, no sabe por qué, pero cree que esa charla solo la mantuvo para ponerla celosa, y por la mirada fulminante que le echó Anna, cree que su objetivo está mas que conseguido. Así que, decide irse también de allí y tras despedirse de las cuatro chicas que insistian en que se quedara, sube las escaleras que hace escasos segundos subió Anna.
Dani llega a la puerta de su habitacion con una sensacion extraña, siente que todo el pasillo de la 1a planta, esta perfumado por el aroma que desprendia hace un rato Anna. Sacudiéndose la cabeza y diciéndose a sí mismo que debería dejar de pensar tanto en ella, abre la puerta de su habitación, y para su sorpresa, no solo encuentra a Javi y Victor, sino a dos chicas más. Anna y su amiga.
- ¿Me he perdido algo? -Pregunta perplejo ante la situación.


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Una vez en la habitación, Anna descubre que los amigos del muchacho resultan llamarse Javi y Víctor... Y a diferencia del otro, empezaron con buen pie con ella...
Justo cuando están a punto de comentarle que esta pasando exactamente, que hace su amiga alli dentro, alguien más entra. Genial, ¡Es el chico misterioso! ¿También dormirá aquí? ¿Tiene que encontrárselo en todas partes? Porque la verdad es que no le importa, o no le importaba al menos... Pero desde el incidente del comedor y las barbies... 
- Perfecto, el que faltaba... - Murmura Anna lo bastante alto para que se le oiga.
- ¿El que faltaba? Rubia eres tú la que está en mi habitación, ¿Puedes dejar de perseguirme? -Responde Dani sacando a pasear toda su chulería.
- ¡Dios! ¡Que pesadilla de tío! ¡Que me llamo Anna! ¡¡¡A-n-n-a!!! ¿¿Lo pillas?? ¡Y no estoy aquí por ti! ¡No te lo creas tanto! ¡Oí la voz de mi amiga, y me invitaron a entrar, no sabia que este es tu cuarto también! - Contesta Anna enfrentándose a él de nuevo. Todas estas peleítas le divierten.
- ¡Pues ahora ya sabes que es mi cuarto, y si no te gusta, aquí tienes la puerta! - Replica él, que en otro momento soportaría los ataques de ella encantado, pero ahora mismo no quiere quedar mal delante de sus amigos.
Anna frunce el ceño sorprendida ante su reacción, normalmente la que pierde la calma es ella mientras él le pica todo lo que quiere, pero siempre tranquilo. Le lanza una mirada de odio.
- ¡Eres insufrible! ¡No estoy aquí porque me apetezca estar a tu lado! Est.
- ¡Bueno, ya vale! - Corta Mel. - Hola, yo soy Melanie. Conocí a esta fiera rubia en el avión, tantas horas dan para mucho... Jajaj - dice Mel tranquilamente y sonriente, acercándose al muchacho desconocido. - ¡Tú eres el chico misterioso ! Jajaj.
Dani mira a Melanie serio. Ahora tendría que parecer simpático, pero no se quita de la cabeza la discusión con Anna, en el fondo se siente mal, quizás esa última contestación sobraba. De nuevo vuelve a la realidad e intenta sonreír a la chica que acaba de presentarse que, por cierto, es mucho más simpática que Anna.
- ¿Chico misterioso? Prefiero que me llames Dani. - Y vuelve a sonreír, esta vez un poco menos forzado.

9 comentarios:

  1. ¡Que artistazas sois!
    Espero el siguiente. Me encanta muchísimo la historia. Sois unas excelentes escritoras y la historia está muy interesante :)
    Siguieeeeeente guapas! :)

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  2. ¡Qué grandes sois! Adoro esta historia.
    Next! :D

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  3. Me encantan los piques que hay entre los dos, son muy cuquiiis. Me encanta la historia!!!

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  4. me gusta los piques que hay entre Anna y Dani y la historia esta muy interesante :) siguiente! :3

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  5. Ahhhh¡¡¡ Me encanta¡¡¡¡ Me he leido los tres capítulos ahora mismo¡¡¡¡ Me encanta la idea de que esteis las dos juntas en esta historia¡¡¡
    Increíble, mis dos escritoras favoritas escribiendo juntas una historia de mis dos ídolos, me encanta¡¡
    Next¡¡

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