miércoles, 24 de octubre de 2012

Capítulo 12: Cualquiera.

- U.unas cuantas cosas... - Murmura Anna. - Creo que será mejor que me vaya a dormir. Ha sido un día muy largo... - Dice levantándose de la cama en la que se había sentado para establecer distancia con Dani.
- ¿Pero ya sois amigos otra vez? -  Pregunta Abi saltando de Anna a Dani con la vista.
- Poco a poco. - Dice Dani mientras mira a Anna.
Anna le medio sonríe disimulando. - Exacto... Me voy a dormir... - Dice mirando a Dani de vuelta. Se muerde el labio. - ¿Abi, vienes? - Sigue hablando sin apartar la vista de él.
- Claro... - Contesta ella saliendo de la habitación. - Buenas noches chicos.
- Buenas noches... - Responde Dani observando como Anna se aleja. Quiere irse con ella, lo está deseando, pero la puerta de la habitación se cierra y Dani se conforma con dormir pensando en ella.
- ¿Que habéis hecho en dos horas, tío? - Pregunta Diego interesado.
 - Hablar. Había mucho que decir. - Explica Dani un tanto seco hasta que recuerda que hablar, no hablaron a penas y se le escapa una media sonrisa. - Voy a dormir, estoy cansado... - Continúa hablando Dani después de ponerse el pijama.
- ¿Cansado de qué? ¿De hablar? - Pregunta Víctor, que no termina de creerse a su amigo, entre risas.
- ¡Imbécil! - Replica él también entre risas- ¡Buenas noches! - Exclama Dani desde su cama. Y por fin se tumba, cierra los ojos y sonríe porque sabe que lo de hoy ha sido increíble.

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Anna y Abi se meten en su cuarto tras subir las escaleras en completo silencio.
Menos mal que Anna va delante, sino Abi vería la cara de boba que tiene, y ahí tendría que explicar muchas cosas... Tiene claro que la noche de hoy ha sido una de las mejores de toda su vida. No la olvidara jamás...
Nunca un chico le había hecho sentir tanto con tan poco... Ni ella había dado tanta libertad a un chico tan pronto... Dani tiene algo especial... De eso no hay duda.
Tras lavarse los dientes, ambas se meten en la cama charlando de nada en especial. Hasta que salta el tema.
- ¿Dos horas hablando Anna?- Pregunta Abi en la oscuridad de la habitación.
- Así es... - Dos maravillosas horas, piensa ella en su burbuja.
- No te creo...
- Jajaja ¿Por qué no? Es la verdad... - Miente Anna.
- Ya, ya, claro, por eso tienes esa voz de tontita, y esa sonrisa en la cara, ¿No?
 Anna se queda en silencio, no tiene una excusa preparada para esa pregunta - Me voy a dormir. Buenas noches nena. - Termina diciendo con la esperanza de que el tema quede zanjado ya.
- ¡Jajajaja! ¡Me acabaré enterando, señorita! - Exclama Abi antes de darse la vuelta para dormirse.
Anna se ríe flojito. Después solo queda esa sonrisa en su boca... Su boca, encima de la cual hace a penas unas horas estaba la de él... Se acaricia los labios con el dedo. Y se le escapa un suspiro. Sí, oficialmente este chico la trae loca... Entonces, con cuidado, saca su móvil y busca su teléfono. Sonriendo aún más al leer su nombre, escribe un mensaje. "Me ha encantado "hablar" contigo esta noche..." Enviar. Deja el móvil en la mesilla y se da media vuelta, lista para dormirse por fin. Pronto lo hace, pero no se le borra esa sonrisa...

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La luz empieza a entrar por la ventana de la habitación de los chicos. Dani se revuelve entre sus sabanas con la misma sonrisa en su cara con la que se durmió la noche anterior. Cuando ve que todos sus compañeros ya están despiertos, decide levantarse también. Va al baño, se da una ducha rápida, se lava los dientes. Y antes de ir a desayunar se mira más al espejo de lo normal, quizás para estar bien y darle buena impresion a Anna de buena mañana. Se da cuenta de que ya está pensando en ella, bueno es que realmente nunca ha dejado de hacerlo. Abre la puerta de su habitación. "¡Mierda, el móvil!" Piensa de pronto. Vuelve a su cama y lo coge. Ahora sí, Dani está listo para ir a desayunar. Al salir de la habitación mira su móvil, ya que desde la tarde anterior ni lo toca. Tiene un nuevo mensaje. "Rubia" solo ver el nombre ya le hace sonreír. Se frena en seco para leerlo. Y sonríe. Ella se lo mandó ayer por la noche, es decir, después de lo que pasó se acordó de él, y lo que más le gusta, a ella le encantó tanto como a él.
Así llega al comedor, releyendo el mensaje una y otra vez hasta que se lo mete en el bolsillo para hacer cola en el buffet. Una vez con la bandeja en la mano, se da cuenta de que Anna está desayunando sola. Le encanta verla tan concentrada mientras come y le gusta más si ella come junto a él, así que se decide y se acerca a ella hasta sentarse a su lado.
- Así que te encantó hablar conmigo ayer, ¿No? - Pregunta de manera picara, nada más sentarse.
Anna mete un salto. Estaba muy concentrada en sus deberes mientras desayunaba. Bueno, en realidad el libro sí está abierto, ahora, que ella estuviese pensado en eso... Se medio atraganta con los cereales y la leche. Tras toser un par de veces, se gira hacia la voz culpable del susto. Dani... Sonriendo de esa forma tan provocativa. Ella sonríe de vuelta, tras girarse hacia su plato otra vez. - Puede... - Contesta. - Aun que debí de imaginarme que tras mandarte eso, alimentaría ese ego tuyo...- Contesta jugando con la cuchara.
- Puede... -le imita él- Pero bueno que... Que a mí también me encanto... Bueno un poco eh... - Disimula al darse cuenta de que ha confesado cosas que no debería.
Anna sonríe más ampliamente. - Jaja no intentes disimular, después de anoche, te va a ser complicado engañarme chaval... - Y termina con un guiño de ojo. Y sigue comiendo.
- ¿Después de lo de ayer? No me acuerdo... Igual tendrías que recordarmelo... - Insinúa seductor.
Anna se hace la ofendida. - ¿Tan fácil soy de olvidar? Y yo que creía que lo recordarías para siempre... - Dice ella. Por una vez que se haga la flipada no pasa nada. - De todas formas... Puede que te lo recuerde... Pero solo puede. - Le dice. Y después se mete otra cucharada de cereales.
- ¿Solo puede? ¿Tan malo fue que no quieres repetir? - Ahora es él el que se hace el ofendido y el que se mete otra cucharada de su desayuno.
- ¡No cambies los papeles aquí! - Protesta ella divertida. - Yo te mandé un mensaje anoche. Tú eres el que me dice que no se acuerda... - Le contesta haciendo un mini puchero.
- No es que no me acuerde.. Es que no he pensado tanto en ello como tú... - Vuelve a decir en tono chulesco.
- ¿Y tú que sabes cuanto he pensado yo en eso? ¿Eh? - Le contesta ella dejando la cuchara y enfrentándose a él. - ¿Me vigilas, Dani?
 - Ojalá.. - Murmura él.
- ¿Qué? - ¿Ha oído lo que cree?
- Nada.. - Intenta disimular mientras empieza a comer cucharada tras cucharada.
- Ya, claro... Nada... - Se acerca a él y le agarra el brazo con el que va a llevarse a la boca la comida. - Te he oído... - Le susurra al oído.
- ¿Ah si? -pregunta haciéndose el loco- Bueno.. No he dicho nada raro, ¿No? Quiero decir, no creo que sea el único al que le gustaría vigilarte...
- ¿Cómo? - Anna gira la cabeza hacia un lado. - No te entiendo... ¿Qué quieres decir con eso? - Le pregunta.
- Joder Simon... Pues que estás muy bien... Que no debo ser el único que se haya fijado en ti... Bueno que yo no me he fijado en ti, eh... - Responde con torpeza.
- Jajajajaja - Anna se ríe y le mira de forma tierna. Cuando quiere es un amor... - Gracias supongo... Que yo sé que sí te has fijado en mí, te recuerdo que anoche te deje fijarte... Demasiado... - Habla más bajo. Recuerda los ojos de él recorriéndola entera. - Y que sepas... Que no dejo que se fije en mí cualquiera... Al menos no de esa forma... No sé si me entiendes... - Le dice jugando con la cuchara en su bol.
El levanta la vista de su plato y la mira. - ¿Ah no...? - Pregunta curioso. - ¿Y por qué a mí sí me dejaste?
- Mierda... - Murmura. Sus mejillas se tiñen de rojo. De pronto nota el calor en la cara. Respira hondo y lo dice, se atreve. - P.porque... P.porque tú no eres c.cualquiera... - Habla mirando al plato. - Pero eso deberías de saberlo ya...
Dani sonríe. Esta vez deja tanto la picardia como la chuleria a un lado y la mira con mucha ternura. Sus palabras calan en lo más profundo de él, que siente que eso es una de las cosas más bonitas que le han dicho nunca.
- ¿Sabes que estás preciosa cuando te sonrojas? - Le susurra.
Los ojos de Anna se abren como platos al oírle decir eso. Se sonroja aún más con sus palabras. - No est.toy roja... - Le contesta mirándole después de unos segundos. Pero no puede aguantarle la mirada... Agacha la vista a sus manos, con las que juega mientras se muerde el labio.
- ¿Ah no? Jajaja, si te estoy viendo... - Responde él, que la mira como si no hubiera nada más a su alrededor. Hasta que se acuerda de que es estudiante y tiene que ir a clase - Bueno, me quedaría desayunando contigo todo el día, pero tengo que ir a clase...
Anna despierta de su mundo y le mira. - ¿Ya? - Vale, ha sonado desesperado... - Eh... Si, bueno, yo también tengo clase... - Se levanta intentando arreglar lo que acaba de decir.
- Luego nos vemos, no desesperes... - Se levanta él también y coge la bandeja de ambos para llevarla a su sitio.
- Cállate idiota... - Le da un manotazo. Pero sonríe al ver el gesto de la bandeja. - Gracias... ¿Nos vemos luego entonces? - Le pregunta antes de irse.
- Claro... Estudia mucho, aunque se que te desconcentrarás pensando en mi... - Dice Dani y cuando ve que ella se aleja vuelve a hablar: - Dame un beso ¿No? - Le susurra - Jajaja es broma tonta... - Dice al ver la cara de extrañada y asustada de ella y se marcha entre risas a llevar las bandejas a su sitio.
Este chico no tiene remedio... Por eso es tan especial, nunca sabes por donde va a salir... Anna niega mientras le ve alejarse, y sonriendo como una boba se va a su cuarto a cambiarse. 

domingo, 7 de octubre de 2012

Capítulo 11: Entre juegos.

Anna se empieza a poner nerviosa. Nota los dedos de él jugar con el enganche de su sujetador de pastelitos. Nunca ha dejado que un chico llegase tan lejos en el primer beso. Ahora empieza el miedo... Pero no. El deseo es más fuerte y no le frena. Al contrario, suspira en su boca. - S.se pregunt.taran por.porque tardamos.s tanto ni.iño... - Le dice como puede, la excitación corriendo por sus venas.
- Sshh... - Murmura él, pero prefiere callarla con un beso- ¿S.segura qu.e no t.tienes cal.or?
Anna se separa de él y le mira a los ojos. Separa sus manos de su espalda y las apoya en sus hombros. Tras respirar fuertemente para recuperar el aliento, susurra. - ¿Qué pretendes Daniel? - Le pregunta divertida.
- S.sentirte un poco más... - Responde segundos antes de morderse el labio inferior.
Ella no se esperaba esa respuesta. Sus mejillas se tiñen de un rojo más intenso... Y se traba al decir. - N.no debería s.ser asi... Pero n.no sé que tienes.s que no pu.uedo negarte n.nada jo.joder... - Niega agachando la cabeza. Respira profundamente un vez más. Y asiente. - A.adelante... - Susurra sin apenas voz. Le mira a los ojos y ahora ella le imita mordiéndose el labio inferior, intentando contener la vergüenza...
Él sonríe victorioso y tira de la camiseta de ella para pegarla a su cuerpo. - Solo si tú quieres... - Le susurra cerca del oído.
Ella asiente apoyando la cabeza en su hombro. - S.si... - El aire de su aliento le golpea el oído, y presa de otro escalofrío se aprieta contra él.
Después de oír como ella le da permiso y aún pegado a su oído, levanta lentamente su camiseta hasta que se la quita por completo y la tira del mismo modo en que tiró la sudadera. Cuando la camiseta desaparece de las manos de Dani, él se fija en ella. Se rasca la nuca. Suspira, resopla, vuelve a suspirar. - Pensé que tenías un cuerpazo pero... Pero esto es demasiado... - Y vuelve a moderse el labio deseoso de pegar su cuerpo al de ella.
Ella, muerta de la vergüenza intenta taparse con las manos al notar su mirada fija en su cuerpo. - Eres un exagerado... - Susurra acurrucándose entre sus propios brazos para evitar que vea más.
- Te aseguro que no... Ven.. - Responde cogiéndola de la cintura y acercandola a él - Quiero sentirte...
 Anonadada con la franqueza de él, ella da un par de pasos cortos hasta que su plano vientre choca con la fina tela de la camiseta de Dani. Levanta la cabeza para mirarle a la cara. - ¿Y ahora qué? - Aquí ella empieza a perderse...
Él, que nota que ella está un poco desorientada, se acerca a su oído de nuevo. - mmm... ¿Miedo? - Pregunta para picarla. Pero antes de que ella conteste, él empieza a viajar por su cuello con los labios.
Ella va a contestar que no. Pero en ese mismo momento los labios de él hacen contacto con su cuello y lo único que sale de su boca es un gemido más fuerte que los anteriores. - ¿Miedo.o? uh... N.no... - Le contesta a duras penas, hecha la cabeza a un lado para dejarle mas espacio.
- As.i me gus.ta... - Susurra aún con los labios pegados a su cuello - Au.nque no t.te cr.eo demasia.do...
Ella no le contesta con palabras. Se limita a disfrutar de sus besos en su cuello. Hasta que decide agarrar su cabeza. Le separa de su piel a duras penas y le mira fijamente a sus ojos...- E.es.spe.era... - Le dice de pronto.
- ¿Qu.e pa.sa? - Pregunta Dani preocupado.
Anna niega sonriendo a modo de tranquilizarle. - No... Es solo que... Bueno, no es justo... Mírame y mírate... - Le dice señalándole y luego señalándose a sí misma. - ¿Te parece justo? - Le pregunta de forma pícara.
- Mmm... Bueno... Ahora que lo dices... - Responde haciéndose el inocente.
Anna suelta una risilla traviesa. - Arreglemos esto... - Lentamente se acerca a él, le sube las manos por encima de la cabeza, y luego agarra el final de su camiseta. Tras ponerse de puntillas, sube despacio la camiseta hasta que consigue quitársela por la cabeza. - Así mejor... - Murmura acercándose a su pecho. - Tú tampoco estás mal ¿Eh?... - Susurra pegada a su piel. Y le deja una serie de besos en el pecho.
- Ya lo s.sé... - Responde pícaro a la vez que su cuerpo se estremece por el contacto de los labios de Anna rozando su piel.
Anna vuelve a reírse. Se separa de su pecho negando divertida. - No tienes remedio chaval... - Dice entrelazando sus brazos en su cuello.
- Y eso te encanta... - Responde acercándose a sus labios.
- Un poquito... - Contesta ella esperando el contacto.
- Te encanta muy mucho... Y lo sabes... - Roza su nariz con la de ella.
- Jijijijiji... Eso no te lo diré nunca... - Le dice ella devolviéndole la caricia con la nariz.
- ¿Ah no?... - Roza sus labios con los de ella ligeramente.
Anna niega lentamente, rozando sus labios de vuelta con cada movimiento. - No... - Le contesta cerrando los ojos.
- Vamos... No te cuesta nada... - Cierra los ojos él también y roza de nuevo sus labios, esta vez con un poco más de intensidad.
- No, no... - Susurra ella dándole un pico y separando sus labios de nuevo. Le da otro pico y se vuelve a separar... Así continuamente. Hasta que él pone su mano en la nuca de ella y presiona sus labios para convertir uno de esos picos en un largo beso, donde no solo son sus labios los que se tocan sino también sus lenguas.
Ella arrima su cuerpo al de él hasta que ambas pieles se pegan. Pecho con pecho, tripa con tripa, caderas con caderas. Y abre un poco más la boca haciendo el beso más intenso.
Dani deja algún que otro suspiro en la boca de ella. Esto le está gustando demasiado... Sus manos recorren su espalda desnuda, van bajando, van subiendo y sus dedos cada vez presionan más su piel.
En cuanto nota como él aprieta los dedos en su piel, ella también aprieta los suyos como acto reflejo... Con sus manos recorre su cuello, acariciando su incipiente barba. Recorre también las mejillas, la mandíbula... memorizando todas sus facciones.
La temperatura no deja de subir ni un solo instante. Dani se deja llevar un poco más y ahora una de sus manos se cuela entre ambos cuerpos para acariciarle el cuello a Anna e ir bajando hasta que las yemas de sus dedos empiezan a viajar por el escote de ella...
Anna tiembla sin control, se le acelera mucho más la respiración, pero sin saber el motivo, no le frena, no le frena y le deja hacer... Ella por su lado acelera el ritmo del beso.
Dani sigue con sus dedos en el escote de ella, sintiendo cada una de las fibras de su piel y notando como a ella se le pone el vello de punta a cada segundo. La besa sin control y llevado por el deseo empieza a jugar de nuevo con el cierre del sujetador.
Va a pasar... Va a soltar el enganche... Esto esta yendo demasiado rápido, y sorprendentemente a ella no le importa... En su lugar se pega más a él, incitándole a acelerar el proceso...
Quiere hacerlo, Dani quiere soltar el cierre del sujetador y ahora que ve que ella también quiere, lo desea con más fuerza. Juega de nuevo con él, dudando en si hacerlo o no mientras sigue saboreando los labios de Anna.
- Bbff... rubia... - Murmura él dejando el aliento en la boca de ella mientras sus dedos siguen jugando con el cierre del sujetador.
Anna deja escapar un quejido de desesperación. - Joder.r... Hazlo y.ya da.daniel... - Le apresura ella.
Cuando Dani está apunto de contestar, se oyen unas voces desde fuera, acompañadas de unos toques en la puerta.
- ¡¡Chicos!! ¿Cómo vais? - Pregunta alguno de sus amigos desde el otro lado de la puerta.
- ¡Mierda! - susurra Anna, que se separa corriendo de Dani. - ¡Rápido vístete! - Le ordena. Toda la pasión, el calor y la magia del momento acaban de desaparecer en segundos...
Él corre a coger su camiseta y se la pone rápidamente.
- ¡Es.estamos hablando! - Responde todo lo sereno que puede mientras le pasa la sudadera y camiseta a Anna para que ella se vista.
- ¿¡Aún?! - Grita Abi desde el otro lado. - ¡Chicos! ¡Han pasado dos horas!
De pronto, se oye el ruido de unas llaves. Anna todo lo deprisa que puede se pone la ropa. Cruza los dedos para no tener la boca muy roja... La incipiente barba de Dani le rozaba la piel todo el rato.
- ¿Estás? -  Le susurra a Dani mientras escuchan el forcejeo de la llave en la cerradura.
Él asiente nervioso, pero le guiña un ojo para transmitirle algo de tranquilidad.
- ¡Por fin! ¿Habéis arreglado algo ya o que? Porque dos horas aquí dan para mucho... - Dice Victor una vez ha abierto la puerta de la habitación.